Si diese un paseo por el lado oeste del monte Hiei a las afueras de Kioto, es posible que pasara por un gran jardín. Por los setos que rodean este lugar de 23 acres, vería un conjunto inmaculado de plantas de todo tipo: hierbas y pequeños arbustos en maceteros cuidadosamente distribuidos, arbustos perfectamente podados a lo largo de caminos cubiertos de hierba y todo ello rodeado de árboles de diversos tipos.

A primera vista es posible que no acierte que este paraíso verde, uno de los jardines botánicos más grandes de Japón, lo fundó una empresa farmacéutica, pero el Jardín Takeda para la Conservación de Plantas Medicinales ha desempeñado un papel importante en nuestros esfuerzos de protección medioambiental e investigación de plantas medicinales durante más de 80 años.

Hogar de 2400 especies, de las cuales unas 200 se encuentran en peligro, la instalación se fundó para ayudar a salvaguardar la biodiversidad y sigue ofreciendo a nuestros científicos la oportunidad de estudiar una multitud de plantas medicinales con el objetivo de identificar nuevas formas de promover la buena salud y abordar las enfermedades.

Hay un equipo de 6 apasionados jardineros con la tarea de ocuparse de las plantas. Puede apreciar su amor por la naturaleza en la atención especial que prestan a cada una de las plantas. Cada especie tiene sus propias necesidades en cuanto a temperatura, tipo de suelo y luz solar, unas condiciones que el equipo recrea para favorecer que las plantas crezcan como lo harían en sus entornos originarios.

No se trata solo de plantas que se cultivan aquí; el jardín también tiene una función que desempeñar en la siguiente generación mediante actividades regulares que se llevan a cabo con los niños de los colegios locales y los estudiantes de la facultad de farmacia.

Aunque no se trata del típico jardín botánico, ni de las instalaciones farmacéuticas habituales, el Jardín Takeda para la Conservación de Plantas Medicinales desempeña un importante papel en nuestros esfuerzos de conservación y representa nuestro enfoque holístico de preocuparnos por la investigación rigurosa, por nuestro entorno y, por último, por mejorar la salud de todos.