La integración económica y el acceso a la atención sanitaria son algunos de los asuntos más cruciales a los que se enfrenta el mundo actual. Ambos son evidentes en el sector de confección de prendas textiles (RMG, por sus siglas en inglés) de Bangladés, el país que más contribuye a su PIB.
Este sector ha servido de impulso económico a muchas mujeres al proporcionarles un empleo estable, cierto nivel de seguridad social y aceptación social.
verse más empoderadas que otras mujeres, también se encuentran con muchas dificultades: El 87 % sufre dolencias y afecciones, incluidas malnutrición y anemia, una higiene insuficiente, un cuidado inadecuado antes y después del parto, y la exposición a otras infecciones y enfermedades.
Los estándares de salud y seguridad laboral (OHS, por sus siglas en inglés) no cuentan con la protección y la gestión adecuadas. La ley bangladesí establece que las fábricas de RMG deben contar con una clínica in situ con uno o más miembros del personal de enfermería a tiempo completo. Sin embargo, estas clínicas no crecen cuando el personal de la fábrica aumenta, y muchas de ellas no se utilizan ni se gestionan plenamente, lo que significa que las mujeres que hacen posible el crecimiento rápido del PIB del país no disponen de los servicios de atención sanitaria que necesitan.
Cuando Takeda conoció a HERhealth, un programa llevado a cabo por HERproject, nos inspiró para pensar acerca de la necesidad de conseguir un sistema sanitario mejor en las fábricas de RMG; fue aquí cuando nació esta asociación.